La Escuela Taller de soldadura de la Ribera Alta se inicia con 15 jóvenes
Los ayuntamientos de Falces, Marcilla y Peralta impulsan este iniciativa, que durará quince meses.
Los alumnos obtendrán los certificados de montador de estructuras metálicas y calderería industrial.
La escuela taller de empleo Ribera Alta ha comenzado una nueva andadura en la que quince jóvenes, menores de treinta años, se están formando en la especialidad de soldadura. El programa ha sido impulsado de forma conjunta por los Ayuntamientos de Falces, Marcilla y Peralta que han repetido experiencia tras los buenos resultados obtenidos en la pasada edición de la que la práctica totalidad del alumnado continúa trabajando en las empresas en las que estuvieron haciendo las prácticas durante su correspondiente periodo formativo. En esta ocasión, el programa, financiado por el Servicio Navarro de Empleo, se prolongará durante quince meses, hasta enero de 2017 y, a su término, el alumnado abandonará las instalaciones con los certificados profesionales de calderería industrial y montador de estructuras metálicas. La nueva escuela taller de empleo, cuya formación se imparte en las instalaciones de Falces, fue presentada ayer por la mañana durante el transcurso de un acto en el que intervinieron el director de la escuela, Francisco Javier Go- ñi Goñi; y los concejales de Educación de Falces, Marcilla y Peralta, Tere Ibáñez, Vicente Navarro y Nuria Autor, respectivamente. También acudió el alcalde falcesino, Valentín García. Los tres ediles coincidieron al recalcar la apuesta de los respectivos consistorios por una nueva escuela taller. “Los resultados de la edición anterior fueron muy buenos y queremos continuar en esa línea”, indicó Tere Ballesteros. “Para los jóvenes del pueblo supone una formación tanto a nivel personal como profesional y además trabajan también por el bienestar del pueblo”, añadieron Vicente Navarro y Nuria Autor.
8 empresas para prácticas
Los tres concejales quisieron mostrar también su agradecimiento a las empresas promotoras de la zona que abrirán sus puertas para que los alumnos hagan las prácticas y, a su término, se comprometen a la contratación de, al menos, un 10% del alumnado durante el año siguiente a la conclusión de la escuela taller. Estas ocho empresas son Dynamobel, Enimar, Ferosal 94, Industrias Metálicas Teru, Peymo, Servichap, Talleres Granada Luzause y Talleres Roiri. Además, según explicó el director, la escuela ha firmado un convenio con otras nueve empresas en calidad de adheridas. “Esto significa que apuestan por la escuela a la hora de la contratación. Es decir, en el caso de necesitar personal será la escuela el primer sitio donde lo busquen”, aseguró Goñi. Los quince meses de enseñanza se distribuyen en un periodo de formación, que se prolonga durante cinco meses; y otro de alternancia en el que los jóvenes combinan las prácticas en empresas con la consecución de diferentes obras en Falces, Marcilla y Peralta, la denominada ‘obra social’, encomendada por los consistorios. En este caso, los alumnos se encargarán de la fabricación de conjuntos de bancos con mesa, bancos individuales, una estructura metálica para cubrir una pista de pádel y otra para cubrir un corral o la fabricación de una barandilla, entre otras cosas. Durante todo el periodo formativo, los jóvenes son alumnos trabajadores, lo que se traduce en que los cinco primeros meses cobran el 75% del salario mínimo interprofesional y el resto del tiempo el porcentaje total. Entre los quince alumnos –cinco procedentes de cada localidad- se encuentra únicamente una chica. Se trata de Mª Dolores Serrano, falcesina de 18 años. Ayer, mientras soldaba en el taller junto a todos sus compañeros aseguraba estar contenta en la escuela. “Nunca me había imaginado estudiando una cosa así pero la verdad es que me está gustando”, confesaba. Además, el hecho de ser la única chica entre todos chicos no estaba suponiendo, aseguraba, ningún problema.
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